"He puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar". Apocalipsis 3:8

¡Qué satisfacción produce observar que la gente está aprendiendo a tener fe y confesar lo que cree!

Una señora me comentó: "Mi esposo quedó sin trabajo y la verdad es que no me afligí, sino que dije: "Gracias, Señor, porque le darás un trabajo mejor"... Abrió un negocio y hoy es su propio patrón y puede disponer del tiempo para servir a Dios. Además gana más que antes. 

Gloria al Señor". Cuando una puerta se cierra, vemos que aquello que creíamos la fuente de prosperidad desaparece, pero podemos estar seguros de que una nueva puerta está por abrirse para nuestro bien. Si esto le ha sucedido, ahora mismo, eleve su pensamiento a Dios y deposite su confianza en Él. Tenga la seguridad de que el Señor le dará nuevas ideas, nuevas oportunidades, le revelará nuevos medios de bendición, nuevas formas cómo desarrollar sus talentos, nuevos caminos para recorrer en prosperidad.

Abra su mente a puntos de vista nuevos en su trabajo, su profesión, su oficio, y espere ser guiado a gente que necesite sus habilidades, su conocimiento. Prepárese para poner en acción las ideas divinas que fluirán en su mente. El Señor le dará nuevas ideas, pero también la fortaleza y el valor necesarios para salir adelante renovado, con vigor y entusiasmo. Nada es demasiado difícil para Dios cuando le permite que obre a través suyo. 

Crea que Él quiere intervenir en sus asuntos para bendecirle abundantemente. Prepárese en estos momentos de prueba para vivir una edificante aventura de fe.

Por Marfa Cabrera