Cuando era niño, uno de mis pasatiempos favoritos era tirar piedras sobre la superficie de alguna laguna tranquila. Inevitablemente, se formaban ondas a causa del impacto de la piedra.
Esto es lo mismo que pasan con nuestras decisiones. Cada decisión que tomamos crea una onda expansiva en nuestras vidas, así como también en las vidas de los demás. Las decisiones que hemos tomado a lo largo de la vida determinan dónde estamos y en qué nos estamos convirtiendo. Las decisiones también son reveladoras. Lo que realmente queremos, amamos y pensamos se pone de manifiesto en las decisiones que tomamos.
Como un amigo mío me dijo sabiamente: “Nuestras vidas no están hechas de los sueños que soñamos, sino de las decisiones que tomamos”. ¡Tomemos decisiones excelentes! Toma una excelente decisión y observa la onda expansiva de la bendición.
Pido en mi oración que su amor siga creciendo más y más todavía, y que DIOS les dé sabiduría y entendimiento, para que sepan escoger siempre lo mejor. Así podrán vivir una vida limpia, y avanzar sin tropiezos hasta el día en que Cristo vuelva. (Filipenses 1:9-10 9)
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