Los procesos son el camino al propósito. Si abandonas el proceso, abandonas tu propósito. Si no eres atravesado por procesos, entonces vives por vivir y no tienes un propósito en la vida. Muchas personas quieren que Dios cumpla su propósito en ellos pero no quieren atravesar procesos, sin embargo, déjame decirte que para llegar al cumplimiento del propósito divino necesitas ser procesado ya que de otra manera no estarás capacitado para atender el mismo.
David fue ungido como rey pero, para llegar a ser rey tuvo que ser atravesado por distintos procesos los cuales casi le cuestan la vida, es más, estuvo más muerto que vivo pero aun en medio de todo lo difícil que vivió no se rindió sino que permaneció firme para alcanzar el propósito de Dios.
Tal cual es el propósito de Dios para ti de la misma manera es el proceso; a veces luchamos por grandes cosas pero nos olvidamos que tendremos que atravesar grandes procesos. Hoy es el día en el que te digo de parte de Dios “NO ABANDONES EL PROCESO” porque ese proceso que estás viviendo no es más grande que el propósito de Dios, es tiempo de que te sacudas de la tristeza, de las ganas de rendirte y todo aquello que te hace mirar atrás y te enfoques en el propósito de Dios.
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