La Necesidad de Orar… ¡A solas!

La oración es el medio por el cual nos acercamos a la presencia de Dios y podemos tener comunión con El.



La Biblia nos ordena en muchas ocasiones a orar.  Se nos dice que la oración debe ser parte de la vida del Cristiano.  Dios desea que sus hijos le busquen en oración.  Una forma de orar muy eficaz es la oración en grupo.  En varias ocasiones se presentan ejemplos de personas que oraron unidos como grupo.  Un ejemplo perfecto es el día de Pentecostés, cuando estaban todos unánimes en oración. “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. (Hechos 1:14)
Después de esto, los discípulos acostumbraban a orar unidos.  En el Segundo capitulo de Hechos leemos “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”  (Hechos 2:41-42.)  Sin duda la oración en grupo es de mucho beneficio a los creyentes y Dios hace grandes obras en su pueblo cuando este ora en grupo.

Otra forma de oración la cual es muy eficaz, es la oración en pareja.  En ocasiones, también existe la necesidad de orar acompañado de otro compañero que esté de acuerdo con uno para pedir a Dios. Jesús dijo “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:19.)  Al igual que la oración congregacional o en grupo, la oración en compañerismo Cristiano con dos o tres hermanos, es de grande importancia en la vida de los creyentes.  La oración con un compañero o compañera en la fe da un sentido de fuerza, hermandad y comunión cristiano que no puede ser grande edificación a la vida espiritual.
Aunque muchas veces participamos de las oraciones en grupo, y quizás otras veces en compañía o acuerdo con otra persona, tendemos a descuidar el llamado a estar a solas con Dios en oración.  Pero es muy necesario orar a solas.  

Jesús y los Creyentes del Pasado oraban solos

Jesucristo acostumbraba a irse lejos de la multitud para estar a solas.   Después de ser bautizado, Jesús se fue solo al desierto.  Allí pasó tiempo en comunión con Dios.  Cuando los judíos lo quisieron hacer rey, en contra del plan divino, Jesús se fue de ellos a un monte donde estuvo a solas con Dios.

Hombres como Job, Elías, David, Daniel oraban solos.  Pasaban tiempo con Dios a solas en la oración.  Mujeres como Ana la madre de Samuel, se nos dice que se fue sola al templo a orar a Dios.  Estos ejemplos no deben ser pasados por alto o ignorados.  Son ejemplos de gran importancia los cuales debiéramos tomar como patrón en nuestras vidas, pero lo más importante de la oración a solas con Dios, no es solo el ejemplo de estos hombres y mujeres de Dios sino el hecho de que Cristo nos ordenó ‘orar a solas’.

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.  Mateo 6 (Lc. 11.2-4)

Allí podemos abrir nuestro corazón no solo para hacer peticiones por ‘cosas’ sino para hablar claramente a Dios sobre nuestras debilidades y la necesidad que tenemos de su fortaleza y su ayuda.

Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,     Porque a ti oraré.  3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.  4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti.Salmos 5

En la soledad con Dios podemos alabar su nombre, exaltarle y hablarle con todo nuestro corazón dejándole saber lo que sentimos por él.  Nuestra confianza y fe se hacen claras cuando estamos a solas con nuestro Dios.
-por Jorge Trujillo