Dios tiene para nosotros un propósito de vida y en su sabiduría nos permite soñar, proyectar, atesorar, pero solo El, y aunque toque nuestro orgullo, puede mejorar nuestras metas.
Es EL quien traza los caminos y juntos los transitamos, y en ese camino todo tiene un tiempo porque no es antes ni después sino en el momento exacto que Dios dispuso. Caminar con Dios no es sencillo, requiere de un buen oído espiritual y de estar dispuestos a obedecer siguiendo sus principios, a pesar de nuestro EGO.
Pero es posible y el resultado son siempre la EXCELENCIA, lo GRANDE, y de TREMENDO IMPACTO.
Así es Dios. Dejemos que EL establezca los tiempos, maravillémonos con los resultados! mrs.