El propósito de Dios detrás de los problemas. Parte II

Dios usa los problemas para saber quienes somos. Las personas somos como bolsas de Té. Si quieres saber que es lo que hay dentro de ellos, ¡Solo sumergelos en agua caliente!

2-Dios quiere tratar con nuestro orgullo, y es bueno que entendamos que él hizo al hombre para su deleite y no a la inversa. ¿Ha probado Dios tu fe con algún problema? ¿Qué es lo que revelan los problemas acerca de nosotros? La Biblia dice: Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada (Santiago 1:2-4 LBLA).

Cuando no actuamos con integridad, tarde o temprano se revertirá el engaño. ¿Quién aprende en la teoría? Lo cierto es que nadie, es en las pruebas y a través de las pruebas donde crecemos. Así que recuerda, cada problema y adversidad es una oportunidad para triunfar y ser vencedor.

3. Dios usa los problemas para CORREGIRNOS. Algunas lecciones solo las aprenderemos a través del dolor y los fracasos. Es como aquel niño que le dicen sus padres que no toque el horno caliente, y este lo hace y sufre las consecuencias de la desobediencia.

Algunas veces aprendemos el valor de algo solo al perderlo, como la salud, el dinero, las relaciones entre otras cosas. Una lección en este punto es aprender a valorar a las personas que pensamos están en nuestra contra. ¿Puedes creer que muchas de éstas personas son un instrumento divino para tu crecimiento? La Biblia dice: Bueno es para mí ser afligido, para que aprenda tus estatutos. Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de piezas de oro y de plata. (Salmo 119:71-72 LBLA).

Si trabajas, ¿podrías creer que tu jefe es una herramienta de Dios para construir carácter en tu vida? Sin embargo, muchos buscan la independencia simplemente para librase de la autoridad y como consecuencia no bendición ni crecimiento, nos convertimos en unos anarquistas y aún así nos revelamos contra Dios y sus autoridades delegadas.