Dios no cambia ni miente, y tampoco puede ser tentado del mal; por eso Él no nos manda cosas malas juntamente con las buenas.


La rebelión del hombre en el jardín del Edén dio como resultado la enfermedad y la muerte. Pero Cristo Jesús rompió esa maldición original al morir por toda la humanidad en la cruz del Calvario; y estableció un nuevo pacto entre Dios y los hombres nos garantizó perdón, salud, y vida eterna junto a Él. Cuando usted está en Cristo, es decir que le ha recibido en su corazón y le ha consagrado a Él su vida, sus pecados pasados fueron borrados y no existen; por lo tanto, usted no debe seguir pagando por ellos, porque Jesús ya lo hizo, una vez y para siempre. Y Su Palabra dice que "llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas" (1 Pedro 2: 24,25).

Créale a Dios y confiese que el Señor Jesús, al morir por usted en la cruz del Calvario; y estableciendo un nuevo pacto entre Dios y los hombres, nos garantizó perdón, salud, y vida eterna junto a Él.
Por Marfa Cabrera