Recuerdo a mis hijas cuando eran pequeñas; una de ellas, en una temporada tenía miedo por las noches al irse a dormir, entonces adoptó una práctica que le traía paz cuando la luz se apagaba, se aseguraba de tener un "Dios llega la Hombre", el Nuevo Testamento en versión popular, debajo de la almohada. Eso le ayudaba a liberarse del temor y a sentirse acompañada por la presencia de Dios y por Su amor mientras se quedaba dormida.


Es normal, aunque triste, que los niños en cierta época de la vida, experimenten ciertos temores, pero es muy lamentable, cuando esos temores se prolongan atrofiando la personalidad y los siguen como fantasmas aun cuando llegan a ser adultos.

No sólo los niños son los que se despiertan en la noche con necesidad de seguridad y protección. En muchas circunstancias de la vida también los adultos durante el día y la noche sienten temor. En ese momento es tan positivo saber que Dios es nuestro todo, que no hay razón para temer, que Él está alli con nosotros, aquí justo donde estamos nosotros.

Si usted por algún motivo está enfrentando una época que le produce temor permítame decirle que puede vencer ese temor, el miedo no tiene poder sobre su vida y no puede permanecer en nosotros que estamos en la poderosa y protectora presencia de Dios la cual siempre está en nosotros y con nuestros seres queridos.

Libérese y transmítales esta fe y seguridad también a los niños en su familia. Si Dios es mi todo voy sin temor bajo las alas de Su amor.Creamos en esto y ayudemos a que nuestros niños también lo crean y experimenten.
Por Marfa Cabrera