Dios no solamente es eterno sino que Él sabe todas las cosas. Y dijo Sócrates: Sólo sé que no sé nada. ¿Qué es lo que sabemos nosotros? 


Cuando veo la naturaleza, la creación, ¡qué sabiduría! Cuando veo la transformación, cómo las plantas toman el anhídrido carbónico y largan el oxígeno, ¡qué sabiduría! Cuando el hombre descubre algo, hay diez descubrimientos que todavía no ha alcanzado. 

Por eso decía el Salmista: ¿A dónde me iré, cómo podré yo esconderme de Dios, si Dios me ve al levantarme, al acostarme, al caminar? ¿No sabrá el Señor acaso los pensamientos que usted tiene en su mente? El Señor sabe y conoce porque Su presencia está delante nuestro, está atrás nuestro, la presencia de Dios nos rodea. Dios es el que siempre está con nosotros, por eso es que no puede haber soledad, no puede haber sensación de orfandad, no hay tal cosa como decir ¿Dónde está Dios? porque Dios siempre está presente con nosotros, lo dijo Jesús: Yo estoy con vosotros todos los días.

Nunca podemos sentirnos solos, porque cuando estamos solos, nos ponemos a hablar en lenguas y nos edificamos a nosotros mismos. A veces, hasta le doy gracias a Dios que me puedo quedar sola, porque puedo cultivar la presencia del Espíritu Santo. Cultive esa presencia cada día y verá como el sentido de soledad desaparece de su vida. Él le hará sentir que está a Su lado, Sus ángeles le ministrarán y el gozo del Señor será su porción. Por Marfa Cabrera