"Encomienda al Señor tu camino, y confía en él y él hará" Salmos 37:5

Una de las verdades más maravillosas que encontramos en las Sagradas Escrituras es que Dios es soberano y puede controlar todas las cosas. 


Él es tan poderoso y sabio, y tan lleno de amor que a veces transforma hasta nuestros errores para bien. No confundamos, Dios no aprueba el pecado, ni acepta el mal, pero al perdonarnos torna las cosas para nuestro bien. Un jovencito que llegó a ser siervo del Señor trabajaba en el bar de su hermano y, por no congeniar con su cuñada, después de una de las tantas discusiones se marchó. Mientras trabajaba en otro lugar le hablaron de Jesús y comenzó una nueva vida que le llevó a servir a Dios. El mismo testificaba que el Señor usó sus diferencias con su cuñada para alejarlo de servir vino a borrachos y llevarlo a guiar a muchos a la fuente del agua de vida, que es Cristo. Si se siente deprimido al pensar en sus pecados, errores y frustraciones del pasado, estas palabras son las que precisaba. Si ya se ha arrepentido, ha confesado y ha dejado la práctica de esas cosas que no agradan al Padre, no continúe ligado a ellas.

Regocíjese en el perdón de Jesús y confíe en la habilidad divina para transformar todo eso para su bien y para la gloria de Su Nombre. Por Marfa Cabrera