Paz con Dios

Nuestra capacidad para entender la diferencia entre la paz de Dios y la paz con Dios es esencial para nuestro bienestar en la vida. La paz con Dios tiene que ver con la reconciliación. La reconciliación es el restablecimiento de las relaciones rotas en relaciones amistosas y pacíficas.


Jesús derramó su sangre para limpiarnos y para quitar los pecados que nos impidieron tener una relación pacífica con Dios. Esto abrió el camino a la reconciliación y la armonía con el Señor.

Recuerda: Necesitamos la reconciliación para estar en paz con Dios, porque en un tiempo estábamos alienados y separados de él. También necesitamos la reconciliación para estar en paz con Dios, porque nuestros pensamientos y conductas revelan nuestra hostilidad hacia él. Éramos enemigos de Dios, pero Jesús nos reconcilió con su muerte en la cruz e hizo las paces con el derramamiento de su sangre.
 
Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a: Colosenses 1:19-21 /Romanos 1:18-32