La paz de Dios fluye de nuestra relación con Él. Él nos mantiene en completa paz cuando nuestras mentes se fijan en el Señor, confiando en él. La paz de Dios está reservada para aquellos que siguen la Palabra de Dios.
Esto se evidencia en Filipenses 4:6-7 que dice: "No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús".
Recuerda: Tendremos paz perfecta en cada situación si guardamos nuestra mente en Su naturaleza, la cual es: Su amor, sus promesas, su provisión, su bondad, su gracia y su sacrificio, que es, Su obra consumada en la cruz.
Lee, reflexiona y actúa de acuerdo a: Efesios 2:1-19 /Romanos 8:31-39/ Isaías 26:3