Como hijos de Dios debemos invadir la comunidad y evangelizar a todos. El avivamiento que esperamos no va a llegar, si nosotros no sacamos nuestro lindo piecito allí afuera donde se niega a Dios y se difunden doctrinas huecas y ateas.
Yo repito mucho el versículo: "Qué hermosos son los pies de los que llevan el evangelio" y digo: "aunque el diablo odie mis pies, el Señor los ama porque me los ha guardado hasta ahora, a pesar de las tentativas del enemigo".
"Hermosos son los pies". Mire sus pies, son hermosos. Si quiere tener pies más lindos, salga a llevar el mensaje de Jesús. "Hermosos son los pies", dice, "del que trae nuevas de gran gozo, nuevas de paz".
Cuanto más lo pienso, más me duele el alma de cómo sufre la gente debido a los problemas y dificultades por las que están pasando.
Fui a visitar a una joven que hace cinco años está en estado depresivo. Hermosa, inteligente, sin embargo, hace cinco años que el diablo la tiene acorralada con un temor muy grande. ¡Qué lindo fue ir a hablarle de Cristo, qué lindo fue darle una palabra de esperanza, nuevas de paz y gozo
¿Cuánto hace que usted no visita a algún necesitado?¿Cuánto hace que sólo piensa en su problema o en su necesidad? Hágase una pedicuría espiritual, (si me permite el término), caminando hacia un orfanato, una cárcel, un geriátrico o una clínica, ¡muévase! para dar las nuevas de gran gozo a todos. Cuente la historia de Jesús, una y mil veces, a ricos y pobres, a grandes y chicos, a letrados e ignorantes. No excluya a nadie, todos tienen que saber quién es Jesús.
El Señor quiere impartir paz y gozo, y miles a su alrededor lo necesitan, con sólo abrir el corazón a Jesús sentirán vibrar las buenas nuevas.
Por Marfa Cabrera