Las decepciones son inevitables; el desánimo es elección nuestra.

A menudo, la vida no marcha como pensamos que debería ser. Oportunidades que usted daba por ciertas para mejorar su situación no se presentan como lo esperaba,  personas con quienes creyó que podía contar no la ayudaron como quería y hasta los planes y las expectativas que se haya trazado se han visto frustrados. Todo parece muy decepcionante.


Durante estos momentos de desilusión, permitirá usted que estas le acobarden al grado de que le impida buscar a Dios?  la decisión está en sus manos tómela con sabiduría.
La  vida no es una quimera, sino que refleja las decisiones que tomamos mientras la transitamos.


Habacuc 3:17-19

17 Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.