Esa promesa no es para todo el mundo. Dios no dice que todo obrará para bien para todas las personas en el mundo. Esa es una promesa hecha solamente para quienes aman a Dios, quienes han sido llamados a la salvación. No todo en su vida será bueno pero todo en su vida obrará por la soberana providencia de Dios.
Pudiera no ver eso en este momento pero cada sufrimiento, cada tentación, cada prueba, incluso cada pecado, Dios los teje en un tapiz que al final es para su bien. A veces mirar su situación es como mirar la parte de atrás de una alfombra oriental. Lo único que puede ver es un montón de hilos que van en todas direcciones. Parece algo caótico. Pero si da la vuelta a la alfombra, puede ver un diseño maravilloso. Cuando se le dé la vuelta a su vida algún día en la eternidad, usted verá el diseño. Verá cómo Dios hizo que todas las cosas obran para bien.
Aun en nuestras pruebas y tentaciones, Dios está obrando para bien. ¿Le sorprendió que yo dijera que incluso Dios hace que nuestros pecados obren para bien? Cuando veo pecado en mi vida, Dios usa esos tropiezos para aumentar mi aversión por el pecado. En cuanto a la vida venidera, Dios está obrando en todos los aspectos de nuestra vida presente a fin de producir una recompensa eterna que disfrutaremos por siempre en su presencia.
No espere que todo en la vida sea bueno. Eso no sucederá. No espere que todo en usted sea bueno. Eso tampoco sucederá. Pero lo que sí puede esperar es esto: Dios tejerá todas las cosas a favor de sus amados hijos para producir un buen resultado, ahora y por toda la eternidad.
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