La ceguera mencionada en la biblia, hace referencia a la condición física, pero también a la espiritual que es en la quiero enfatizar, pues no es suficiente tener nuestras vista en las mejores condiciones fisiológicamente, pues muchas veces omitimos ver la verdad y no dejarnos quitar la venda de los ojos. Pero qué bueno que tenemos a Jesús, quien está dispuesto a quitarnos esa venda y guiarnos por el camino correcto.
¨Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase. Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le preguntó si veía algo. El, mirando, dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan. ¨ Marcos 8:22-24 (Reina-Valera 1960).
De esta pequeña historia podemos aprender varia cosas:
Dejarnos guiar: las personas que tienen limitaciones visuales siempre necesitan de alguien que la lleve de su mano, que lo guie por donde debe andar, para que no tropiece ni se haga daño, es lo mismo a nivel espiritual, cuando no conocemos a Dios y su verdad andamos como ciegos, y necesitamos de alguien que nos direccione y nos dé las instrucciones correctas; en este caso notamos que Jesús tomo de la mano al ciego para hacer en él un milagro.
Salir de la aldea: Debemos de movernos del lugar donde estamos estancados, es necesario salir de esa oscuridad, y dejarnos llevar al lugar de bendición, en donde Dios quiere que estemos, lo que también puede simbolizar salir de la comodidad.
Dejar que Dios trate con nosotros: Esto se refiere a que pasaremos dificultades, humillaciones, situaciones adversas, nada agradables, pero es necesario que todo eso pase, para poder ver la gloria de Dios, o ¿creen ustedes que como ser humano seria agradable que alguien nos escupiera los ojos?, para nada, pero el ciego en ningún momento reprocho, pues él no le importaba lo que tuviera que soportar, siempre y cuando Jesús lo sanara.
Tener una fe firme: En cada uno de nosotros Dios tiene un propósito diferente, este ciego, no recibió la vista de enseguida, pues NO era que Jesús había orado mal o que lo iba a sanar a medias, sino que quería probar su fe; pues al ver que su visión no era totalmente restaurada, este ciego pudo haberse desanimado y dejar de creer, pero en ningún instante dejo de hacerlo. Nosotros muchas veces, tenemos un panorama difuso, situaciones que no podemos entender, nos suceden cosas ilógicas, y pensamos que solo nos pasan a nosotros , a veces nos llegan las bendiciones incompletas, pero no es porque Dios no quiera, sino puede que no sea el tiempo y que además le demostremos en realidad nuestra gran fe.
¨ Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. Y lo envió a su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas a nadie en la aldea. Marcos 8:25-26 (Reina-Valera 1960).
Finalmente el milagro se efectuó, el ciego recupero su vista, quedando perfectamente, además Jesús le hace una aclaración: era que no regresara a la aldea de donde lo saco.
Esto quiere decir que debemos actuar como ciegos, en el sentido de que debemos confiar en quien nos lleva agarrados de la mano, no importa lo que tengamos que pasar, ni las circunstancias que tengamos que vivir, hay que esperar confiadamente y en silencio, sin reproche alguno hacia Dios. Además de esto no regresar a la ladea, es decir no mirar, ni volver atrás, Dios nos ha sacado de lugares oscuros, donde todo era sufrimiento, pecado, tristeza, entonces no vale la pena regresar allá.
No nos dejemos cegar por las ansias, la desesperación, y el dolor, hay que anhelar esa verdad y ver mas allá de nuestras narices Pues como dice un refrán ¨no hay peor ciego que el que no quiere ver¨
¨ Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.¨
Mateo 13:16-17 (Reina-Valera 1960).
Autora: Jessica Terán