Esta declaración del apóstol asume lo siguiente:
- Dios siempre está dispuesto a escucharnos.
- Dios como Padre siempre quiere oírnos.
- Como hijos de Dios siempre necesitamos hablar con el Padre.
- Como hijos de Dios nuestro primer recurso para todas las situaciones es la oración. Usemos nuestro tiempo en oración, usando cada oportunidad para hablar DIOS.