1. Podemos pretender ignorarlos 2. Reconocerlos, aprender y crecer
Dios usa los problemas para PROTEGERNOS. Un problema puede ser una bendición para distinguir, reconocer y prevenirnos de problemas mayores. Un ejemplo vivo es la vida de José el hijo de Jacob. Por envidias sus hermanos lo vendieron como esclavo, estuvo en la cárcel, sin embargo el se mantuvo firme creyéndole a Dios. Ya como líder en Egipto pudiendo tomar venganza de sus hermanos el dice: Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente (Génesis 50:20 RV95). Solo Dios puede hacer que las cosas adversas se transformen en bendición.
Cuando salimos de la cubierta de autoridad tenemos que aprender a pagar las consecuencias. ¿Por qué fueron instituidas las leyes? Para tener orden y convivencia. La libertad no consiste en hacer lo que me venga en gana, si ni en hacer lo que es correcto. ¿Qué es lo correcto? Lo que Dios manda. Si no tenemos un punto de referencia ¿como podemos localizar un punto en el espacio? Si no conocemos de Dios, ¿quien es entonces nuestra autoridad? “Y seréis como Dioses” fue la frase que Satanás usó para seducir y hacer tropezar a la primer pareja en el huerto del Edén.
Los problemas nos llaman a estar bajo la cubierta de autoridad.
Dios usa los problemas para MADURARNOS. ¿Cómo se alcanza la madurez? Algunos dicen que con el tiempo, bueno con el tiempo solo te haces viejo y mañoso. Otros arguyen que la madurez se alcanza a través del conocimiento, hoy tenemos mucho conocimiento, pero poca moralidad y la baja moralidad produce alta mortalidad.
Sin lugar a duda, lo cierto es que la madurez se alcanza a través de los problemas resueltos con responsabilidad. Nuestro carácter es edificado cuando respondemos correctamente ante las adversidades de la vida. ¿Sabías que Dios está mas interesado en construir carácter en tu vida, que en tu comodidad y confort?
Es en el laboratorio de la pruebas donde descubrimos nuestra verdadera naturaleza y la profundidad de nuestro carácter. La gente puede hablar mucho de si misma pero es en las pruebas cuando se descubre quién está con nosotros y en quién hemos creído.
La relación con Dios y el carácter son las dos cosas que tomaremos y llevaremos a la eternidad. El apóstol Pablo escribiendo a la iglesia en Roma les dice: Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza (Romanos 5:3-4 LBLA).
El propósito de Dios detrás de los problemas