La afirmación de que Jesús llevó mis pecados y por Sus llagas soy sanado, produce en mí la liberación de las enfermedades y dolencias.
Debe haber en nosotros una convicción, una fe, una esperanza profunda. Eso producirá en nuestro ser interior, el impacto que necesitamos. Es por eso que deberíamos saber acerca de la fe, deberíamos leer más las Sagradas Escrituras para conocer más del amor de Dios y, sobre todas las cosas, lo que Cristo Jesús conquistó a nuestro favor en la cruz del Calvario.
Esa herencia, esa conquista suya sobre el mal, sobre el demonio, sobre la muerte, sobre el temor, es nuestra herencia ahora que somos hijos de Dios. Por medio de la afirmación positiva debemos obtener esas gloriosas promesas que son para nosotros.
Algunos se quedan en una posición estática, pasiva, pero Jesús dijo: "El reino de los cielos se hace fuerte, o sufre violencia y LOS VALIENTES LO ARREBATAN".
Querido amigo, querida amiga, de usted solamente depende la decisión. El Espíritu Santo quiere guiarle a la luz y la verdad en todas las áreas de su vida, recuérdelo en estas Pascuas y siempre.
Por Marfa Cabrera