Se ha dicho con sobrada razón, que el amor es la fuerza más poderosa que existe. Una señora está feliz, pues, después de años de espera y privaciones, por fin estaban llegando al final de la construcción de su casa. Todo era como ella lo había planeado y soñado.
De pronto vio que el contrapiso de la sala estaba áspero y desparejo. Se puso furiosa, el esposo no sabia cómo calmarla cuando entró el constructor le dijo: "Mire, me arruinó todo, esto está defectuoso". El la miró con calma y le contestó: "No se preocupe señora, las alfombras cubren multitud de defectos". Ya la experiencia le había mostrado que un buen revestimiento, piso o alfombra, cubrirá los defectos y asperezas. Así es el amor, el verdadero amor, cubre, disimula, pasa por alto los errores y defectos. Esto no quiere decir de ninguna manera, que los niega o ignora, simplemente comprende y cubre mientras continúa amando.