¿Qué clase de pensamientos ha estado practicando, quizás pensamientos de pesar, o de soledad, o de rencor? Permítame decirle algo: Los pensamientos negativos jamás le harán feliz.
Pero un pensamiento de estimulo, de autoestima, de valor, de amor le hará sentirse mejor, traerá a su vida un motivo de felicidad. Entonces, ¿por qué será que perdemos tanto tiempo pensando lo negativo cuando los pensamientos hermosos nos dan felicidad? ¿Por qué será que en muchísimas ocasiones demos más valor a lo negativo que a las cosas buenas de la vida? ¿Por qué cargamos nuestro corazón de tinieblas cuando -como hijos de Dios- tenemos la posibilidad de experimentar el gozo y la fortaleza que hay en Cristo? Esa no es la clase de pensamientos que nuestro Padre quiere que tengamos. Al contrario, Dios tiene para nosotros pensamientos de paz y de bien para cada instante de nuestra vida, de nosotros depende que lleguemos a conocer esa bendición. Para ello debemos decidirnos a cambiar nuestro estilo de pensamiento. Debemos aprender a tener pensamientos de vida. Proclamo que cambiaré mis pensamientos por los de Dios.
Por Marfa Cabrera
