Al mirar a su alrededor ¿Qué encuentra? Tal vez algunas de sus experiencias son exuberantes, luminosas y felices. Pueden ser adversas, frías causándole un temblor de temor en su alma pensando que no podrá superarlas.

Amigo, amiga, por adversas que sean las circunstancias exteriores el verdadero cristiano que tiene su vida fundamentada en la fe en Cristo y en su eterna Palabra, tiene la íntima convicción de que el versículo elegido para hoy es verdad y que todas las cosas obran para bien de aquellos que aman a Dios por sobre todas las cosas. Como cristianos tenemos el privilegio de que nuestra mente sea controlada por la mente de Cristo. Es esa la manera sobrenatural de enfrentar la vida y aun en medio de lo más negro descubrir un rayo de luz, en medio de la enfermedad saber que hay signos de salud y en medio de deudas saber que Dios es nuestra provisión. 


La mente de Cristo es aquella que una vez enfrentada con el problema no se rinde, sino que inmediatamente empieza a producir solución. La mente de Cristo es la mente que ve la victoria, que en la hora de angustia declara que Dios es Todopoderoso, que Cristo jamás fue derrotado, que en medio de ataques y pruebas. Recuerda que en Jesús está todo el poder, en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra y que por lo tanto, como cristiano redimido, goza de una mente sana y equilibrada en tiempos de adversidad se levanta sobre los problemas y glorifica a Dios por anticipado. 

No es fácil ser cristiano, mostrarse alegre, controlado en medio de problemas y dificultades, pero precisamente el poder de Dios está para que lo logremos. No podemos en nuestras propias fuerzas, pero sí con la ayuda de un poder superior, el poder de Dios que comienza a obrar cuando rendimos el ser al Él y dejamos que Su poder glorioso y celestial se manifieste en nuestra vida cotidiana y terrenal.
Por Marfa Cabrera