Porque la mayoría de los cristianos van a la iglesia cada domingo, adoran, sirven a Dios y aun así, al correr del tiempo lo sagrado se vuelve común y pasan la vida sin darse cuenta que este podría ser el último día de su vida, o el primero que todavía no ha sido escrito. (#272 | Sin aliento)
Muchos prefieren vivir una vida gris, antes que tomar el riesgo de seguir al Señor en una aventura inigualable. Es gente llena de talentos y dones que no saben aprovechar las oportunidades para hacer con su vida algo que valga la pena, para vivir con propósito. Y entonces viven limitados, como si estuvieran en una jaula que les coarta la libertad de soñar, de emprender, de luchar. Una de esas jaulas es la responsabilidad… aquella responsabilidad que nace con la buena intención de perseguir un mejor estilo de vida –el ‘sueño americano’- y que a la larga atenta contra las visiones de Dios. (Cristianos enjaulados)
Para algunos, las jaulas que impiden crecer la relación con Dios son sinónimo de prosperidad, de seguridad, ó de comodidad. Para otros, la jaula que los aprisiona es la rutina. Cuando las cosas sagradas se vuelven ritos vacíos, cuando aprendemos el cómo y olvidamos el porqué, lo sagrado se vuelve común. Y si nos olvidamos porqué adoramos al Señor, porqué asistimos a la iglesia, aun la oración pierde sentido. Entonces, hay que salir de la jaula para ser luz en las tinieblas, para marcar la diferencia, para predicar Su palabra y dar testimonio de Su gracia. (Cristianos enjaulados II)
Parte de los mensajes del pastor Dante Gebel.
Para algunos, las jaulas que impiden crecer la relación con Dios son sinónimo de prosperidad, de seguridad, ó de comodidad. Para otros, la jaula que los aprisiona es la rutina. Cuando las cosas sagradas se vuelven ritos vacíos, cuando aprendemos el cómo y olvidamos el porqué, lo sagrado se vuelve común. Y si nos olvidamos porqué adoramos al Señor, porqué asistimos a la iglesia, aun la oración pierde sentido. Entonces, hay que salir de la jaula para ser luz en las tinieblas, para marcar la diferencia, para predicar Su palabra y dar testimonio de Su gracia. (Cristianos enjaulados II)
Parte de los mensajes del pastor Dante Gebel.