¿Se trasnocha cuando sabe que necesita dormir? ¿Siempre come o bebe más de lo que necesita su cuerpo? ¿Sabe hacerlo recto, pero no lo hace?
¿Sabe que algo es malo, pero de todas maneras lo hace? ¿Sabe que debería ser bondadoso, pero, sin embargo, es egoísta? ¿Ha tenido un pasado lleno de golpes, dolor y frustración? ¿Tiene una adicción la cual no ha podido dejar? ¿Ha tratado de controlar a alguien o algo y vio que era incontrolable? ¿Sufre de ira, rencor, amargura?
Si su respuesta es sí a cualquier de estas preguntas; bienvenido a la raza humana. Por eso todos tenemos necesidad de una restauración.
¿COMO JUGAMOS NOSOTROS A DIOS?
Cuando negamos nuestra humanidad v tratamos de controlar todo por razones egoístas. Queremos ser el centro de nuestro universo, intentamos controlarnos a nosotros mismos, a otra gente y todo alrededor de nosotros. Jugamos a Dios cuando:
TRATAMOS DE CONTROLAR NUESTRA IMAGEN. Usted quiere controlar lo qué la demás gente piensa de usted. No quiere que otra gente sepa como es usted realmente. Tenemos nuestros juegos, nos ponemos máscaras, fingimos y engañamos, queremos que la gente vea ciertos lados de nosotros y otras partes las escondemos. Negamos nuestras debilidades y negamos nuestros sentimientos (Yo no estoy enojado; Yo no estoy molesto; Yo no estoy preocupado: Yo no estoy asustado). No queremos que la gente vea el verdadero ser.
"¿Por qué estoy asustado de contarle a Usted quien soy yo?” Es el título de un libro. La respuesta es: Si Yo le cuento a usted quien soy yo realmente, y a usted no le gusta: esto me va ha causar daño, así que tratamos de ocultarnos e intentamos controlar nuestra imagen.
TRATAMOS DE CONTROLAR A OTRA GENTE. Los padres tratan de controlar a los hijos y los hijos tratan de controlar a los padres. Las esposas tratan de controlar a los esposos y los esposos tratan de controlar a las esposas. La gente trata de controlar a otra gente y los países tratan de controlar a otros países. Usamos muchas herramientas para manipular el uno al otro. Usamos la culpabilidad para controlar, también usamos el temor y la vanagloria, otros usan el tratamiento silencioso para controlar, o indignar y hacer enojar, otros intimidan, amenazan o se enfurecen para controlar.
TRATAMOS DE CONTROLAR NUESTROS PROBLEMAS. Somos buenos en esto. Usamos frases como: “Yo puedo manejarlo, realmente no es un problema”. ¿Qué dice alguien que trata de jugar a Dios? “Yo puedo manejar esto". Cuando controlamos nuestros problemas decimos: Yo no necesito ningún tipo de ayuda ni de consejo. Siempre tratamos de controlar nuestros problemas, pero cuanto más trata usted de solucionar su problema, la situación se empeora.
TRATAMOS DE CONTROLAR NUESTRO DOLOR. ¿Ha pensado cuánto tiempo gasta usted huyen del dolor? Intentando evitarlo, negándolo, escapando o posponiéndolo. La gente trata de aplazarlo de diferentes maneras. A veces tratamos de cambiar nuestro dolor por comer o no comer. O tratamos de aplacar nuestro dolor bebiendo alcohol, fumando, usando drogas o buscando relaciones dañinas. Se busca una nueva relación por la necesidad de sentirse realmente satisfecho, valorado e importante y después que consigue esa relación se da cuenta que no era lo que estaba buscando. Al final esta entrando y saliendo de cada relación desarrollando) así un tipo de hábito para tratar de controlar su dolor. En otros casos se llega al abuso, criticando y enojándose con los demás para ocultar su dolor. La persona siempre estará deprimida. Hay muchas maneras como tratamos de controlar y ocultar nuestro dolor. El dolor aparece cuando nos damos cuenta en nuestros momentos de quietud que no somos Dios y que no podemos controlar todo, lo cual nos produce temor. Nos podemos imaginar a Dios diciendo, "Hey, Yo soy Dios y no usted".
Ese es el primer paso a la Restauración. Usted no se va a sentir bien consigo mismo. Enfréntelo y no lo niegue.
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